jueves, 26 de enero de 2012

¡ Y yo se las vendí a 'El Tunecino' !

El 16 de Enero de 2012, 2867 días después de que se llevase a cabo la matanza en los trenes de Madrid, y sosteniendo la idea de que los explosivos fueron activados con terminales celulares dotados de tarjeta, el diario español de tirada nacional, El Mundo,  publicó un reportaje en el que un individuo llamado Mohamed Bakali afirmaba en grandes titulares (página 14): 
"Yo le vendí las tarjetas a 'El Chino'"


Así dicho, y así leído, tiene toda la apariencia de una gravísima auto inculpación, aunque no se sepa muy bien porqué. No obstante, hemos podido comprobar que la venta de tarjetas telefónicas todavía no es delito en España, por lo cual, surge la pregunta inevitable: ¿Y qué me quiere usted decir exactamente con eso... y a estas alturas?. ¿Es eso muy malo?




Pues depende. Para un magrebí llamado Jamal Zougam, la acusación por parte de la policía, precisamente de haber vendido tarjetas telefónicas, le sirvió para, inicialmente, ser detenido acusado de ello, guardarlo en una prisión unos añitos incomunicado, y terminar condenado a un pelín más de 42 siglos de cárcel por otros motivos muy diferentes.

El salto al ruedo, ¡¡2867 días después de la masacre!! de un espontáneo que se atribuye la venta de tarjetas, cuando nadie ha dicho todavía que la venta de tarjetas sea delito, y además, sin que nadie haya podido acreditar que en las explosiones se empleasen teléfonos celulares con tarjetas (ni sin ellas), pues la verdad es que le deja a uno un tanto perplejo. 
Si al señor Zougam no le han condenado por la venta de tarjetas, ¿qué quiere exactamente contarnos ahora el señor Bakali?.
En Agosto de 2010 dimos a conocer la existencia de una tarjeta que creó una enorme discordia entre los investigadores de aquella matanza. Y hablamos entonces de otro señor, llamado Abdul Khaled Al Jondi,  que se presentó voluntariamente ante los mismos policías que habían acusado y detenido a Jamal Zougam por vender tarjetas a uno de los sospechosos de la policía, ¡y les dijo que él también las había vendido a otro sospechoso!.  A este otro señor, los policías no le detuvieron por vender tarjetas (como tampoco detienen ahora al señor Bakali por reconocer haberlas vendido). 
Y él podría vender periódicos con el titular:

"¡ Y yo se las vendí a 'El Tunecino' !"
Pero no. Este señor no vende periódicos. Ni tiene titulares. De hecho,  absolutamente medio alguno de información ha hablado ni de él ni con él. Y eso que reconoció haber vendido a los malos la tarjeta que permitió a los investigadores descubrir, nada más y nada menos el escondite secreto del piso de Leganés.

Uno comienza a preguntarse, cómo pudieron los policías saber que las tarjetas utilizadas en la matanza fueron las vendidas por el señor Zougam y no las vendidas por el señor Al Jondi.
Y teniendo en cuenta que en ninguna de las 10+2 explosiones fueron hallados restos de tarjeta (ni de teléfono) el misterio se torna más insondable... si cabe.

¿Por qué detuvieron al señor Zougam acusado de vender tarjetas a los malos y no detuvieron al señor Al Jondi que declaró haberlas vendido a los mismos malos?

¿De verdad siente curiosidad por saber sobre El Otro?. Pinche aquí.

9 comentarios:

  1. Pues se puede imaginar... Estaba decidido de antemano que Zougam iba a pagar el pato, hubiese o no hubiese hecho algo... Todo esto huele fatal de verdad. Resulta que ahora el condenado politicamente, para dar carpetazo al tema, casi que tiene poco que ver con la trama que, o se la contaron a los responsables, o se la inventaron sobre la marcha. La justicia en España es así. Mejor no pasar por un juzgado ni de visita al guardia jurado...

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  2. Algún día, cuando España deje de ser una republiqueta bananera y los juzgados dejen de ser regentados por criminales con toga... el PSOE deberá ser ilegalizado como organización terrorista, al igual que sus colegas socialistas de ETA.

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    1. Algún día, cuando las personas seamos libres, seremos lo bastante responsables como para no poner comentarios ajenos a lo tratado parapetándonos tras el anonimato, los no ajenos serán argumentados (o cuando menos razonados) y el lugar para insultar y dejar campar a la ira a sus anchas, sea alguna recóndita y maloliente taberna.

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  3. No es del todo correcto el contenido. Bakkali ya confesó que él había vendido las tarjetas ante el juez e identificó a Jamal Ahmidan como uno de los dos compradores. La relevancia de la noticia estriba en la querella por falso testimonio de los testigos rumanos que supuestamente identificaron a Jamal Zougham y en la correcta estrategia de actualizar todos aquellos datos que pudieran apuntalar la defensa, completándolos si es posible.

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    1. Es el concepto noticia el que no acabo de comprender. ¿Cuál sería exactamente la pretendida "relevancia de la noticia"?.

      En su amable comentario (que le agradezco) se tratan dos aspectos vitales y distintos sobre la suerte de Zougam: su detención y su condena.
      El Hilo actual es referido -en su integridad- a los motivos alegados por la instrucción (juez-fiscal-policía) para su detención, y no a la condena, que nada tiene que ver con la detención. Nada.

      Si Bakali espera 2865 días después de la detención de su socio para contar a un periódico que las tarjetas -motivo de la detención- las vendió él, una de las características de la noticia que se supone debe ser "la frescura" (inmediatez) queda ausente. Por tanto, lo único que tiene de noticia es que lo publica un periódico.
      ¿Que el periódico es el mismo que habla de las sospechas sobre los testigos de la causa de su condena?. Eso ni es objeto del Hilo ni tiene que ver con lo comentado. El propósito no era hablar de la inocencia de Zougam en la venta de tarjetas (que ni siquiera es delito), sino de la "culpabilidad selectiva" observada por la instrucción.

      El problema con las tarjetas es cuádruple:

      A) Absolutamente TODOS los datos derivados de telefonía móvil que aparecen en el sumario están basados en deducciones y especulaciones (grabaciones y transcripciones incluidas, ya que no hay una sola prueba de reconocimiento de voz). No digo que sean falsas, sino que aseguro que no son demostrables.

      B) Nadie ha podido demostrar que en los explosivos -activados- uno de los componentes fuese una tarjeta de telefonía móvil. (Otra deducción-especulación).

      C) La venta de tarjetas telefónicas no era delito en Marzo de 2004.

      D) Si querían detener a los vendedores de tarjetas, y no sabiendo si las tarjetas "utilizadas" eran las de Zougam o Al Jondi ¿cuál fue la razón para detener a uno si y a otro no?

      Gracias de nuevo por su aportación, y un cordial saludo.

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  4. Zouham no tiene que demostrar nada, son los policeman de la mejor pulisía der mundo mundiá quienes tienen que demostrarlo todo. Oiga y que en un santiamen se encontraron las pruebas ¿eh?. Vaya, hasta testigos. Que no hubo mas que emitir su foto por la televisión para que aparecieron docena y media.
    El que don Pftalato solo llamara a declarar a tres será cosa de la lógica deductiva judicial ésa, pero el que no tirara de banquillo y llamara a declarar a otro cuando no dieron con el rumano aquél que, naturalmente estaba en Rumanía claro, me hace a mi imaginarme la clase de testigos que serían, jua, jua, jua.

    Zouham no puede desvelar ninguna falsedad porque tiene la misma idea del asunto que yo. Y ya puede cantar a los cuatro vientos lo que quiera, que desde su celda de aislamiento no se le va a oír más allá del pasillo. Oiga, que don Pftalato, el condecorao, no quiso ni coger la carta que su madre le escribió al tribunal con todo el amor del mundo.

    Espero que no se nos muera el Zouham éste en la carcel, que los dioses son mu rencorosos y mu vengativos y seguro que nos mandan una calamidad más gorda que la que le mandaron a los judíos de hace 2.000 años a poco de andar crucificando inocentes.

    QDncc*


    (*) Que Dios nos coja confesaos.

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  5. Suponemos que si las tarjetas las hubieran comprado en El Corte Inglés, habrían procesado de igual manera a Isidoro Álvarez,¿no?.
    Es todo tan obsceno, tan zafio, tan cutre, tan patético, que desprende un tufo a montaje, a preparación y fabricación de pruebas "incriminatorias", que se ve desde Singapur.
    Algo huele a podrido y ...no precisamente en Dinamarca.

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  6. Y ¿por qué supone usted que teniendo la policía en sus manos la declaración de una persona conocida de ellos y relacionada ¡DIRECTAMENTE! con Al Qaeda, iba a dejar pasar semejante oportunidad para machihembrar el hilo islamista?.
    La teoría de que policías simpatizantes del PSOE apoyaron/urdieron la idea islamista para hundir al PP se queda coja con lo aquí contado.

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    1. Muy buena pregunta... a la que, desgraciadamente, no puedo dar respuesta.

      Por otro lado, debo decirle que la teoría del beneficio-autoría vinculada al PSOE nunca he podido darla por aceptable por dos razones que no consigo obviar:

      1.- Se me antoja excesivamente simple, y
      2.- Considero que es una teoría que produce una "saciedad creyente" excesiva.

      Hay demasiadas cosas que no encajan para esa teoría, y una de ellas es que carezco de respuesta -razonada- a la pregunta que usted formula.
      Otra de gran peso es que la policía que actuó en primera instancia lo hacía bajo "bandera" del PP, y que posteriormente, durante la fase de encubrimiento no sólo participaron policías con afinidades políticas variadas, sino el conjunto de las instituciones del Estado. Y eso está por encima, nos guste o no, de las disputas partidistas.

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